Las máquinas para restaurante dedicadas a la limpieza del menaje, como son los lavavajillas y lavavasos, son fundamentales para el éxito del negocio. La limpieza exhaustiva es fundamental para ofrecer a los clientes un servicio impoluto. Y más ahora con la situación actual con el virus COVID-19. Pues gracias a su funcionamiento a altas temperaturas, permiten ahorrar tiempo desinfectando a la vez que limpian.
Características de los lavavasos y lavavajillas industriales
El uso de un lavavasos industrial o de un lavavajillas será más apropiado según el tipo de negocio o la zona en la que se vaya a instalar. La principal diferencia entre las dos máquinas es que el primero suele tiene un único brazo limpiador y unas dimensiones más reducidas. Por este motivo se suelen instalar en bares.
Para elegir el modelo ideal es recomendable tener en cuenta el tamaño de la cesta y el uso que se le va a dar. Si se van a combinar vasos con platos, será ideal que tenga dos brazos limpiadores y si se van a introducir copas, se recomienda que la puerta mida más de 25 cm.
Con respecto al lavavajillas industrial, existen multitud de modelos. Los de cúpula son útiles para restaurantes de tamaño mediano y grande y su apariencia es similar a la de los lavavajillas domésticos a diferencia que los industriales tienen seis ciclos de lavado.
Los lavavajillas de cesta son una versión simplificada de los de cúpula y son ideales para restaurantes de pequeño tamaño. El estilo de arrastre es muy eficaz e ideal para establecimientos de gran tamaño como hoteles. También existen opciones destinadas únicamente al lavado de utensilios.
¿Cómo funciona un lavavajillas industrial?
Como se ha mencionado brevemente al principio, las máquinas para hostelería deben proporcionar desinfección a la vez que limpieza del menaje. Para ello, en términos generales funcionan en tres fases:
Precalentado
En esta fase se preparan los utensilios para la limpieza y los rocían con agua caliente en torno a 50 grados. De esta forma se asegura que se consigue reblandecer la suciedad para facilitar el lavado posterior.
Lavado a presión
En esta fase, con la ayuda de los brazos limpiadores se proyecta agua a presión a 55 grados sobre los platos y los vasos mezclada con detergente limpiador. El movimiento de los brazos es lo que proporciona una limpieza homogénea.
Lavado sanitario
Esta última fase es la encargada de acabar con los posibles gérmenes. Para ello las aspas vierten agua mezclada con abrillantador a una temperatura de 90 grados. Gracias a la elevada temperatura, los platos salen del lavavajillas secos e higienizados.
Hay que tener en cuenta que algunos modelos reutilizan el agua en varios ciclos por lo que es fundamental un buen mantenimiento en el que se limpien los filtros a conciencia. De esta manera se evita que los vasos salgan manchados de grasa.
Como hemos podido ver, las máquinas para restaurante dedicadas a la limpieza son una herramienta clave para el éxito de un negocio de hostelería ya que limpian y esterilizan en un único proceso, lo que permite ofrecer servicios de calidad. Si quieres mantenerte al día de nuestras novedades, contacta con nosotros o síguenos en nuestras redes sociales.