Hoy en día las vitrinas refrigeradas cuentan con unas condiciones excelentes para el mantenimiento de los alimentos, de ahí que estas vitrinas para restaurantes u otras máquinas para restaurantes sean tan demandas. De hecho, cuando hablamos de equipos de refrigeración nos referimos a estos elementos, así como a otros que entrarían dentro de un negocio de restauración.
¿Qué son las vitrinas refrigeradas?
Son unos expositores de productos que necesitan de una temperatura de refrigeración o de congelación para que los alimentos se mantengan en buen estado, sobre todo, en estos negocios de gastronomía. Ahora bien, ¿qué debemos tener en cuenta para elegir la vitrina más adecuada a nuestras necesidades?
El aspecto que más claro debemos tener es el uso que le vamos a dar, porque no solo existen vitrinas sobre las que colocar las tapas, raciones o postres sino también las que se colocan en la pared para almacenar botellas, licores o postres, las de interior o las de congelación, donde meteremos los alimentos congelados para después cocinarlos.
El control de las temperaturas
Como decimos, la temperatura juega un papel fundamental en la conservación de los alimentos, por lo que tendremos que elegir la vitrina según los alimentos que pretendamos exhibir en la misma. Es decir, no podemos usar la misma vitrina para carne, para platos ya elaborados, para vinos o para helados.
De hecho, es importante que las vitrinas que compremos tengan un control de la temperatura, pues ahí podremos ver que el aparato está a la ideal para poder ofrecer los productos con calidad. Así, la mayoría de las vitrinas van desde la refrigeración hasta la congelación, con temperaturas que oscilan entre los dos y los ocho grados, manteniendo la conservación de los alimentos con frio estático para que la conservación sea mejor y los productos no se resequen.
El tamaño de la vitrina
Algo que también resulta lógico es elegir una vitrina acorde al tamaño de nuestro establecimiento y tratando de optimizar al máximo dicho espacio con los productos que queramos exhibir. Además, conviene saber que la energía que consuma también depende del tamaño, ya que cuanto más grande sea la vitrina más energía necesitará. Por tanto, necesitará consumir más electricidad, aunque también podremos tener más productos en el expositor. Igualmente, también podemos ver que en el mercado existen diferentes grados de eficiencia energética para que podamos escoger el más adecuado.
La limpieza
También debemos comprobar que la vitrina se limpia fácilmente y que seremos capaces de mantenerla en un buen estado. De hecho, esto resulta fundamental porque solo de esta manera podremos prevenir que se acumulen bacterias, lo que llevaría a un riesgo alimenticio y a una sanción bastante severa por parte de Sanidad.
No obstante, es cierto que el vidrio y el acero inoxidable entran dentro de los materiales más estandarizados, pero también hay que tener en cuenta las facilidades para limpiar el equipo que compres. Así, esta limpieza debe ser diaria, y quincenal y mensual de forma periódica.
En definitiva, es importante tener en cuenta todos estos conceptos a la hora de comprar vitrinas refrigeradas.