La luz en la cocina industrial es fundamental para conseguir que la productividad en estos lugares de trabajo sea la idónea. Por eso, en este artículo queremos hablar sobre el mobiliario de cocinas industriales y la importancia que tiene su iluminación no solo para la productividad, sino también por otras valiosas ventajas que ofrece.
La iluminación en cocinas industriales
En los siguientes epígrafes, comentaremos las claves y ventajas de iluminar debidamente una cocina. Es importante que conozcamos a la perfección la zona que queremos alumbrar, de tal forma que así se consiga el diseño más adecuado para cada espacio.
Por otro lado, hemos de tener en cuenta otros espacios de almacenaje de alimentos (como frigoríficos o bodegas) y el tipo de luz que se va a emplear para estas zonas.
Mobiliario de cocinas industriales: ¿qué ventajas tiene una buena iluminación?
La iluminación en cocinas industriales es fundamental. En primer lugar, aumenta de forma notable la productividad. Esto es así en base a varias consideraciones. Por un lado, cuando la visión es buena, se elimina la fatiga visual y el posible cansancio de los trabajadores que están en ella. Esto repercutirá positivamente tanto en el trabajo que realizan como en su salud.
Además, está la cuestión relativa a la limpieza, higiene y orden en la cocina. Esto podría aplicarse también a los alimentos con los que se trabaja. Así, una luz adecuada permitirá observar perfectamente todos los lugares y rincones de las cocinas, de modo que se hará énfasis en estas áreas para la limpieza. Y es que los requisitos higiénicos están muy pautados por las autoridades y es imprescindible llevarlos a cabo a rajatabla.
¿Cómo iluminar una cocina industrial?
Como comentábamos antes, una de las primeras cosas a tener en cuenta es el tipo de luz que se va a utilizar. Aunque pueda resultar menos acogedora, la luz blanca es la ideal para estos espacios. Esto se debe a que, si empleamos otras tonalidades, no observaremos algunos procesos importantes en la cocina, como, por ejemplo, la caramelización de lácteos.
Por otra parte, es importante considerar cómo se colocan estas luces. La distribución deberá ser uniforme con el objetivo de cubrir todas las zonas en las que se manipulan los alimentos. Asimismo, es recomendable que tengamos las luces fijas en el techo y que no cuelguen. Esto ayudará a su limpieza y evitará la acumulación de polvo, promoviendo así la higiene de la cocina.
Por último, solo queda distinguir entre las diferentes estancias. Así, para la iluminación de las bodegas, almacenes o despensas, recomendamos utilizar de 50 a 100 luxes, mientras que en la zona de preparación de alimentos debería ser bastante superior: de 300 a 400.
En definitiva, la luz en una cocina industrial es una buena parte del éxito. Y es que se ha demostrado que mejora la productividad, además de conllevar otros beneficios. En la página web de Fred Despí y en las redes sociales contamos de forma detallada cuáles son todas las novedades que tienen lugar en este sector.